Qué se ha de hacer con las cerraduras oxidadas
Si tienes la cerradura oxidada debes tener mucho cuidado o, de lo contrario, el resultado puede ser terrible para tu cerradura en particular y, en general, en cualquier lugar que pudieras tener una pieza de este tipo. Por este motivo, como Cerrajeros que somos, te recomendamos que sigas una serie de pasos que te permitirán aflojar y quitarlos en el caso de que sea necesario para pasar a su sustitución.
Pasos para aflojar la cerradura oxidada. Lo primero que tendrás que hacer es echar lubricante, de tal modo que penetre en la cabeza del tornillo. Deja reposar durante unos minutos. Este lubricante es posible que se agriete a través del sello corrosivo formados por la oxidación.
Acto seguido, selecciona un destornillador que sea del tamaño adecuado para encajar en la cabeza del tornillo. No utilices una herramienta eléctrica al tratar de tomar el tornillo, ya que podría llegar a pelar la cabeza de este. Asegúrate de que la punta de un destornillador se llena por completo la cabeza del tornillo, especialmente si se trata de un destornillador de punta plana. La punta debe encajar perfectamente en la cabeza del tornillo sin necesidad de estar atascada.
Inserta el destornillador en la cabeza del tornillo y utiliza una mano para presionar el destornillador en el tornillo. Con la otra mano, gira el destornillador hacia la derecha para aflojar el tornillo. Darle varios intentos, para aflojarlo. Aplica más aceite si es necesario.
Mientras tuerces, golpea suavemente el destornillador con el martillo, que debe romper el sello de la corrosión creada por el óxido. Inserta el destornillador y golpea con un martillo en un movimiento hacia abajo. La fuerza hacia abajo debe ser suficiente para derribar el tornillo. Este paso no se debe utilizar sobre superficies frágiles que pueden romperse, como un marco de la puerta débil.
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Recuerda que las cerraduras pueden estar expuestas a la humedad como los que pueden haber en las puertas principales, pueden acabar oxidándose más fácilmente si no son de materiales como el acero inoxidable en los lugares en los que pueden estar expuestos a la intemperie y la humedad. En el caso de que los tuyos no sean y quieras cambiar por este tipo de piezas, sigue los siguientes pasos. Como os decíamos en este caso también será necesario aplicar sobre la cerradura lubricante u otro producto diseñado para aflojar y lubricar tornillos oxidados. Asegúrate de que una cantidad abundante de lubricante se pulveriza sobre la superficie y alrededores.
Deja que el lubricante empape la cerradura durante una hora más o menos. Mantener la pulverización del lubricante en las roscas. Perfora en el centro del la cerradura con un taladro eléctrico con una broca para perforar el propio metal. También asegúrate de que el destornillador es más pequeño que el tornillo para no dañar el orificio.
Con estos sencillos pasos verás como tú mismo podrás reparar las cerraduras oxidadas en el caso de que sea eso lo que quieres hacer o, en su defecto, aflojarlos para proceder a realizarles un tratamiento pertinente que les permita mantener el correcto mantenimiento y limpieza de las piezas con el objetivo, al menos, de que la cantidad de óxido no dañe de más.